Muestras de alegría que se transportan en el tiempo, quizás muy poco tiempo aveces, pero que sin duda son eso, alegría.Retoños, hermanitos, amiguitos, angelitos todos, decidieron pasar fugazmente por este mundo, caótico, pero buen vividero, e irse a un punto desde el cual siempre nos acompañan con sus sonrisas, con sus miradas dispersas pero cristalinas, con sus movimientos lentos pero delicados, con sus sonidos inconfundibles y que son seña de existencia. Deben estar allá, entre nubes de colores, entre estrellas intermitentes, entre soles y lunas, pateando globos, escondiéndose tras el más grande lucero, buscando tesoros al pie del arcoiris, corriendo a lo largo del horizonte, saltando a la cuerda en aquella nube con forma de árbol o durmiendo abrazados de la montaña más verde y alta.
Están allí, esperando que miremos hacia ninguna parte, recordemos, suspiremos y finalmente sonriamos, porque por aquí pasaron, y por siempre estarán presentes.
(Inspirado en mi hermanita, Santiaguito, Kittita y todos los angelitos que nos han visitado)