jueves, 24 de octubre de 2013

Te auguro un muy buen presente, pasado.

Suspiro...

Y entonces crujió los dedos,
como cuando la música le esperaba.
Hasta las teclas se estremecieron,
las negras, las blancas, las gordas, las delgadas.
Al unísono su suspiro, su sonrisa,
al unísono mi trago, su perro y yo.

Así esperaba la mañana, se espera,
con su mala cara al temprano día,
su perfecta nariz para el ángulo de mis dedos,
ese pecho fresco que me guiñaba los ojos,
una almohada, mía, para esos cinco minutos de más.

Suspiro...

Y entonces estaba entre jeans,
era de por sí y plenamente una sola sonrisa, confianza.
Atardecía y la lluvia a la salida esperó,
un café, una historia, muchas vidas en una sola,
se ha quedado para siempre su latido,
el día, la compañía, el nosotros que la lluvia atestiguó.

Así transcurren los momentos, llegan, se quedan,
nos vuelven uno, somos dos, las vidas agradecen,
cada abrazo con sabor a besos, sella esas sonrisas.
Los duraderos instantes se han quedado, aquí,
decidieron cubrir con sus sábanas nuestras caras, y las panzas.

Suspiro...

Y entonces sentados en la plaza,
lo perdurable se dio cita entre dos,
mas una orgía, de inocencia, de eternidad y de compinchería,
de compañía, de transparencia y de permanencia, llevada de la mano,
que se plantó en El Faro, era un bar, para nosotros la señal del sí.

Así cada noche, como nosotros, por sí misma ansiaba su llegada,
para mirar al cielo, los discos viejos, los exámenes con calificación,
los contenidos por estudiar, los abrazos por dar,
fue la unión de lo inseparable, de lo pasado que viene y pasa sonriendo.

Suspiro...

Y entonces llega cada día, cada instante con su noche,
con cada momento que se eterniza o que ya viene eterno.
Llegan: el sonido, los caminos, estas tierras y las otras,
las risas, la ansiedad, el llanto, que es por la risa, los planes.
Llega el abrazo de bienvenida, la mano que aprieta porque presiente un adiós.

Así es como la vida ha construído parte de esa vida,
y no es necesario olvidar detalles, no vale la pena, cualquier detalle,
cada uno acompaña pasos, tropiezos, metas, el hoy.
Si bien hay un futuro al que se llega a cada instante, justo ahí,
es el pasado, los pasados, quienes saben cómo hacernos suspirar, sonrojar,
en este paso, en el siguiente, allá y justo aquí, ya.

(Fue mi participación en la convocatoria: "La poesía de la vida cotidiana", de la Casa de Poesía Silva. Aquí los grandes ganadores )

miércoles, 9 de octubre de 2013

Manda a decir mi profe', mi pa'

Retomo un mensaje que mi papá quiere hacer público, sentido, justo entre tanta injusticia, si quisieran compartirlo, quizás se asemeje a la opinión y situación de cientos de docentes y trabajadores colombianos.

¡INDIGNACION!

"Hace tiempo atrás a algunos maestros nacionales se nos quitó la "pensión de gracia" (otros sí la tienen) debido a la interpretación que le hizo un honorable senador... y hemos venido pagando abogados y demandando al estado para que se nos reintegre un derecho adquirido, sin ninguna respuesta hasta ahora... ¡qué ironía!, pero a los honorables senadores, sin demandas, ni paros, se les reintegra una prima de casi $8.000.000. Porque dizque lo que ganan no les alcanza para desplazarse a Bogotá a las sesiones del senado a las cuales ni siquiera asisten... (Eso es lo que vemos en TV, con los recintos casi vacíos)... ¿Será que esto es lo que llamamos a boca llena "Justicia y Paz"?... ¡y esto en temporada electoral!... !Qué injusticia!". Jesús Delgado.