viernes, 6 de marzo de 2015

Sé vaivén

La fuerza de las palabras,
la suavidad de los deseos,
la tranquilidad de las almas,
el palpitar de lo que se extraña.

Son voz, sos vos, somos.
Estuvimos, debimos, ¿nos despedimos?
Risa plena, sonrisa, suspiro.
Vos aquí, vos allá, te vas.

No es suficiente el pasado,
el presente tampoco lo ha sido,
es mañana un siempre
o un nunca si decides no estar.

Se hacen nudos en la garganta,
en el aire que escapó de un suspiro,
se hacen nudos con los dedos,
mientras la mente piensa en que te sintió.

El horizonte frena la vista,
el viento simula una caricia, tuya.
El parpadeo inminente despierta
y esa imagen, con tu forma, vuelve a partir.

Es claro, jamás existió un inicio
ni un final; no un antes ni un después,
pero quedan en el ahora abrazos
te esperan, te buscan, quieren darse.

Pero no, no se describen tristezas,
porque sonrío mientras escribo,
se dispersan más bien tus aromas,
son letras, ¿las ves? ¡Aún te siento!