domingo, 11 de diciembre de 2016

Hombre, qué te crees, hombre

He tomado de la cuenta de @Violacea_*, esta historia que narra, en tan solo un momento, una preocupante y peligrosa historia, situación, de lo que no debería ser.11 de diciembre de 2016.

"Les voy a contar algo que me tiene abrumada y que ocurrió el miércoles de la semana que acaba de terminar. Tuve un agarrón con dos tipos, de más o menos cincuenta años, en medio de una buseta. Todo se resume en que duré más de media hora escuchando sandeces e improperios frente al caso de Yuliana.

Tuve que escuchar que pobre Rafael Uribe Noguera porque ahora se iba a quedar sin amigos. Tuve que escuchar que muy difícil el asunto porque él era de una familia prestante y reconocida. Tuve que escuchar que menos mal tenía plata porque pues, iba a pagar su condena pero igual podía estar mejor. Tuve que escuchar que el punto es que Yuliana ERA BONITA.

Ahí ya empecé a entrar en cólera y desde la silla en la que estaba dije duro: Claro, muy verraco ser bonita pa' que lo violen a uno. La justificación de siempre que a una lo violan por bonita, dije. Ah, no, mentiras, por fea también lo violan a una. Es más, por ser mujer.

Ahí los manes se quedaron mirándome como un culo y yo muerta del mal genio.
Entonces, siguieron. Pasó una señora junto a la buseta y los dos idiotas sacaron la cabeza por la ventana y le gritaron: tanta mujer buena y uno comiendo malo.
Ahí se me subió el Santos a la cabeza. Entonces dije: Claro, a parte de que nos violan por existir, también nos objetivizan, una preciosidad todo. Los manes me volvieron a mirar y yo ahí debo de confesar que tuve miedo porque sentí que ellos también tenían rabia por la increpación.

Entonces dentro de mí se desarrollaba la posible escena de que los manes me putearan o me pegaran, además que la buseta iba sola. No me dijeron más nada y siguieron conversando entre ellos que, en realidad, era a grito herido.

Entonces vino la parte final, en suma, fue lo que más asco me dio de todo lo que dijeron durante media hora. Ellos argumentaban que lo que hizo el man, lo hizo por bobo, que no lo supo hacer. Que uno no viola a una niña de 9 años porque es una niña, que debió pensar en una de 15, por lo menos. Les juro que no sé de dónde saqué fuerzas pa' decir en voz alta desde la silla de la buseta que me parecía una hijueputez lo que decían, que no entendía cómo alguien puede justificar una violación y es más, proponer edades para que sea menos atroz. Que me daba asco tener que escuchar a dos manes que minutos antes estaban hablando de tener una vida con Dios y que decían brutalidades.

Pero que sí, que a las mujeres nos violan por mujeres, por niñas, por bonitas, por feas, por existir y que esa es la justificación que se da. Que a parte de ser mujeres víctimas, hombres como ellos nos revictimizaban al hacernos creer que la culpa es de nosotras. La señora de al lado me miraba desconcertada y pedía que me calmara, yo creo que pensaba que podía ser peligroso.

Los manes se quedaron callados y no dijeron nada más pero sentí que me miraban de arriba a bajo como preguntándose por qué alguien que no mide más de 1.60 y tiene apenas 22 años, se atrevía a desafiarlos en público. Además sentí que el hecho de que estuviera vestida a lo tomboy desordenó un poco sus lógicas de lo que cabe dentro del estándar de 'mujer'.

Los manes se bajaron juntos llegando al centro y ahí sí la gente empezó a hablar. Que ay, que qué vergüenza la gente que se expresa así, que cómo es posible, que esto, que lo otro y demás. Y yo entre el llanto de rabia que emitía en ese momento y el mal genio que me recorría el cuerpo pensaba en que somos MUY COBARDES.

Sí, yo tenía miedo de que esos dos manes de más de 1.70 se levantaran y me dieran en la jeta. Sí, tenía claro que era posible que nadie les dijera nada en medio de las patrañas de deducciones proferías frente a lo que pasó con Yuliana. Pero estaba mamada y agotada al tener que escuchar que la culpa es de la víctima y que ella es la única que debe asumir lo que pasó.

ESTOY mamada de soportar a hombres que día a día repiten una y otra vez frases machistas y sexistas frente a nuestros cuerpos. No soporto más tener que no decir ni increpar por miedo a que me den en la jeta o algo peor. Ya no me banco más patrones y conductas en las que se valida el hecho de las mujeres como cuerpos pasivos.

Tuve mucho, mucho, mucho, mucho miedo pero me sentí muy valiente por lo que hice. No pienso volverme a quedar callada nunca más. No pienso no pararme duro para decirle a alguien que es un hijueputa. No pienso legitimar por medio del silencio y de la indiferencia que gente como esos dos manes hagan y digan lo que les plazca.

Ya no más, gente.

Sí, muy chimba reflexionar aquí y lo que quieran, pero mientras lo que decimos no llegue a la práctica, no vamos a lograr mucho. Me bajé vuelta mierda de la buseta, lloré como hace mucho no lloraba producto de la impotencia y de la rabia. Sentí de nuevo que es verdad que nos violan, nos golpean, nos matan por ser mujeres. Y lo justifican a través de la edad y la apariencia. Me sentí vulnerable, de nuevo. Y hoy, mientras escribo esto, lloro de nuevo ante la dimensión de lo que ocurrió ese día en medio de una buseta.

Lloro al saber que existen mucho, muchos, muchos hombres que ven muy normal decir las patrañas que les conté. Lloro al saber que hay mujeres que no cuentan con el acceso a la información que yo cuento. Mujeres que han sido maltratadas y abusadas. Lloro porque ya no sé como expresar que se siente una mierda salir con miedo, vivir con miedo, sentir que se es nada.

Pero decidí que nunca, nunca más, me voy a quedar callada frente a escenas como esas. Porque así 'no sirva de a mucho', sí creo necesario decirle a los hombres que se equivocan y que no estamos de acuerdo con lo que hacen. Es necesario dejar de habilitarlos como única fuente de verdad solo por el hecho de ser hombres."


* En este enlace inicia le hilo de la historia: https://twitter.com/Violacea_/status/807982526224596992