sábado, 24 de mayo de 2014

De P a Z

Desnudos, sin camisas de colores, con mentes despejadas, sin ataduras, las palabras tomaron formas, para empezar sólo tuvieron forma de "hola's" tímidos, sonrisas mantenidas y otras esquivas, todas sanas, todas transparentes. Hubo momentos de silencio, otros de risas, algunos con suspiros, todos llenos de latidos, palabras que finalmente latieron.

Al poco tiempo todos éramos como familia, una familia consagrada en una especie de amistad, amistad que no demoró mucho en prevalecer ante aquel escenario en blanco, transformado luego en color, en ideas, en deseos, en letras, en canción.

Hijos, abuelos, nietos, primos, hermanos, solteros, ellos, ellas, inquietos todos, pensantes siempre, habríamos sido convocados sin otro particular más que hablar de un tema que, aunque presente, lo hemos destinado a estar ausente, sin presencia (valga la redundancia, ¿hay redundancia?), ese tema siempre en boga, siempre cacheteado, escupido, deseado, "paz" le llaman.

Nos dedicamos a imaginarla, a anhelarla, a invocarla. A escribirle, a abstraerla de discursos, a encontrarla en aquel UBUNTU del que tanto podemos aprender, que tiene tanto por contar, pero que decidimos encerrarlo en aquel "yo soy porque tú eres". Y es que todos fuimos, todos somos, todos pudimos ser, todos, en adelante, seguiremos siendo.

Cada uno ¡y todos! éramos de nuevo uno, cada idea, cada pregunta, cada aporte, cada suspiro repentino, sí, otra vez los suspiros, nos pertenecían a todos, las mentes, más que el corazón, se fusionaron, se pensaron, se repensaron aunque sí, realmente, el corazón nunca se marchó. Cada idea en circulación se manifestó pensando en qué hacer, un qué hemos hecho, un qué estamos haciendo. Preguntas todas que traían a este escenario a los amigos, a los familiares, a los conocidos, a los reconocidos y a los desconocidos, que aunque ausentes, se mantuvieron presentes; pues aquello que llaman paz, también es con ellos.

No hay certezas, pero hay motivos, hay deseos, hay razones, hay poder de hacer. Retomando las preguntas basadas en el "qué" y en el "hacer", debo decir que es muy fácil responder (por lo cual también resulta fácil no hacerlo) que en cada respiro, en cada paso, en cada guiño, en cada saludo, en cada despedida, en cada asomo a la ventana, en cada caricia, estaremos construyendo aquello que hemos de seguir llamando "paz".

#ImaginaLaPaz